Libro: Éramos liceanas en septiembre del 73

Próximo lanzamiento miércoles 28 de Diciembre de 2011 A las 19 hrs en el local de nuestro Liceo.

lunes, 18 de octubre de 2010

La pluma de los periodistas Detenidos-Desaparecidos renace en el discurso de Nibaldo…

Porque ellos eran sensibles, rebeldes y sin ambición personal, lejos del color amarillento de quienes alimentaron los artículos que vanagloriaban las acciones “valientes” del aparato represivo de Pinochet y que denigraban a sus opositores. Habían dejado de ser périodistas y pasaron a convertirse en opositores y resistentes por eso fueron asesinados. El periodismo de la dictadura colaboraba con la sangrienta mano de la policía secreta del criminal dictador. Nuestros periodistas, nuestros queridos familiares encarnaban, estos valores que bien describe Nibaldo “…el vivir la vida sin ambición por el dinero, ni ínfulas sociales”. Listado de periodistas, escritores, columnistas, asesinados o desaparecidos en Chile. Diana Arón Svigifiski. Periodista; nacida el 15-2-1950. Detenida en 1974 por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet. Desaparecida. Hugo Araya. Camarógrafo; nacido el 9-10-1935. Asesinado el 11-9-1973 (día del golpe militar) cuando la Universidad Técnica de Chile fue atacada por militares. Carlos Dewet Bascuñán Mourgues. Periodista, nacido el 10-2-945. Su cadáver fue encontrado en la cordillera de los Andes el 5-11-73. Asesinado, probablemente en septiembre de 1973. Carlos Berger Guralnik. Periodista y abogado. Nacido el 16-6-1943. Asesinado en 1973. Sometido a Consejo de Guerra fue sentenciado y luego secuestrado desde la cárcel y asesinado junto a otros presos. Juan Manuel Bertoló Rivas. Periodista; nacido el 26-12-1942. Detenido el 10-2-1990 por policlas uniformados (Carabineros), su muerte nunca fue aclarada. Mario Calderón Tapia. Periodista; nacido el 23-5-1943. Detenido el 25-9-74. Desaparecido. Augusto Carmona Acevedo. Periodista; nacido el 26-9-1943. Asesinado el 7-12-77 en supuesto enfrentamiento. Daniel Antonio Castro López. Periodista; nacido el 13-6-1905.Asesinado junto a otros 14 otros detenidos el 11-11-73 . Oscar Castro. Fotógrafo de prensa; nacido el21-3-34. Arrestado el 16-8-74. Desaparecido. Sergio Contreras. Periodista; nacido el 2-2-1933. Detenido el día del golpe de estado, fue asesinado por militares. Luis Eduardo Duran Rivas. Periodista; nacido el 16-245. DetenidoA el 14-9-73. Desaparecido. Juan Ellas Espinoza. Periodista; nacido el 14-1-47. Asesinado el 29-11-1983 en falso enfrentamiento. Gulllermo Gálvez Rivadeneira. Periodistas. Nacido el 20-10-1926. Secuestrado en la sede del Colegio de Periodistas. Desaparecido. Máximo Antonio Gedda Ortiz. Periodista, poeta y compositor musical; nacido el 19-12-4.7. Detenido el 16-774. Desaparecido. Leonardo Henrichsen (argentino). Camarógrafo; nacido en 1940. Asesinado en Santiago de Chile por militares durante la fracasada sublevación castrense en contra del gobierno de Salvador Allende el 29-6-73. La ultima acción profesional de Henrichsen fue captar la imagen de su asesino. La película fue rescatada por civiles. José Eduardo Jara Aravena. Estudiante de periodismo que ya ejercía. Fue secuestrado en septiembre de de 1980. Murió por efecto de las torturas. Charles Edmund Horman Lazar. Periodista estadounidense; nacido el 15-5~942. Detenido en Santiago el 17-9-73 fue ejecutado una semana más tarde en el Estadio Nacional convertido en prisión. Su cadáver fue ocultado. Archibaldo Morales Villanueva. Periodista y locutor radial; nacido el 15-10-930. Muerto inmediatamente después de su detención el 5-11-73. Augusto Olivares Becerra. Periodista; nacido el 27-6-1930. A su muerte era director del canal estatal de televisión. Combatió el 11 de septiembre en el Palacio de La Moneda junto al presidente Allende. Se mató de un balazo en medio del bombardeo aéreo en contra de la sede presidencial José Leonardo Pérez Hermosilla. Periodista; nacido el 8-12-41-Arrestado el 3-1-74. Desaparecido. José Migual Rivas Rachitoff. Periodista; nacido el12-1938. Detenido el 3-1-74. Desaparecido. José Tohá González. Copropietario y director del vespertino "Las noticias de última hora", Ministro del Interior y de Defensa de Salvador Allende. Detenido y enviado a un campo de concentración, murió en un hospital de la Fuerza Aérea. Ernest Traubmann Riegelhaupt (checoslovaco). Colaborador de la agencia CTK. Nacido el 19-5-24. Apresado el 15-9-73. Desaparecido. Ricardo Troncoso León, periodista y dramaturgo; n: 10-11-42. Detenido el 1-10-73. Desaparecido. Jorge Yañez Clave. Periodista y poeta; nacido el 2-9-44. Apresado el 16-9-13, Desaparecido. El provocador discurso de Nibaldo Mosciatti al recibir el Premio Embotelladora Andina 2010 | 15 de Octubre de 2010 | Enviar por Correo | Imprimir Con cada palabra que leía Nibaldo Mosciatti, el rostro de la ministra de la Secretaría General de Gobierno, Ena von Baer, se descomponía cada vez más. Lo mismo le pasó a Juan Claro, presidente del directorio de Embotelladora Andina que la acompañaba en la testera, y a los militares, empresarios y autoridades invitados. Era la 31ª versión de una ceremonia formal y protocolar, la entrega del Premio de Periodismo Embotelladora Andina 2010, donde el periodista de Radio Bío Bío era el invitado de honor, el galardonado por su trayectoria. Pero el protocolo se esfumó apenas comenzó nes dioscurso. Desde un comienzo, Mosciatti disparó contra la Universidad Católica, la Iglesia, la dictadura, los militares y los periodistas al servicio de las relaciones públicas y el poder. A éstos últimos los retrató desde “un rincón un poco humillante, como esas casuchas para los perros guardianes, que te guarece de la lluvia pero que incuba pulgas y garrapatas, pero allí nunca falta el tacho con comida”. El calibre de sus palabras provocó que la ministra Von Baer, quien habló a continuación, se saliera de libreto para replicarlo. Lea aquí el discurso completo de Nibaldo Mosciatti. *** Como el orden de los factores SÍ altera el producto, este discurso comienza así: ¡Familia!, Constanza y retoños, amigas y amigos, queridos auditores, añorados lectores, circunstanciales televidentes, jurado del premio, embotelladora del premio (siempre hay que ser bien educado), autoridades varias y vagas; autoridades en la vaguedad. O sea, en la distancia. Amablemente. Este texto consta de tres partes. A saber: agradecimientos, reflexiones sobre el oficio y, finalmente, piloto para un espacio de radio de trasnoche. Vamos, pues… 1.- Agradecimientos: Quiero agradecer a mis maestros. A los que, primero, me enseñaron. Quiero agradecer a mis padres. El rigor de la Loli y la fantasía de Pocho. La perseverancia y pasión de ambos. El aprendizaje de ver pasar el río, de plantar algunos árboles. El vivir la vida sin ambición por el dinero, ni ínfulas sociales. En este oficio de periodista quisiera haber heredado una pizca del talento, la sensibilidad y la rebeldía de mi padre. Sin esas cualidades, el periodismo se convierte en otra cosa: en una simple reproducción de discursos, en un engranaje más de las máquinas de los poderes y los poderosos, en esa cosa amorfa, triste, gelatinosa, y, a veces, ruin y malvada, que son las relaciones públicas o todo tipo de comunicación que está al servicio de unos pocos en detrimento de la mayoría anónima. Quiero agradecer, andando ya el camino, a algunos profesores. De mi colegio: Lamiral, Varela, Tolosa, Fierro, Boutigieg, Pilon, Biancard. La añoranza de ese espacio de libertad cuando la libertad escaseaba. Y de la Universidad… allí, en verdad, gracias a pocos. Es más, si hablo largo terminaría a los garabatos y repudiando a muchos de esa Universidad Católica, la UC de aquella época, puta prístina de la dictadura, con sus sapos, sus silencios cómplices, sus injusticias mofletudamente bendecidas, bendecidas por sus monseñores y sus autoridades venenosas que no se arrugaban en tolerar, avalar y alentar la brutalidad para preservar el orden, que era un orden chiquitito, orden sólo de ellos. Doble mérito entonces para mis profesores de la Universidad a los que agradezco: Juan Domingo Marinello, Cacho Ortiz, Gustavo Martínez y los Óscares: Saavedra y el RIP González, lo que no es maldad, porque todos nos vamos a morir. Así es que RIP nomás. Y, en el oficio, más gracias. Gracias a algunos que me apuntalaron, mostrándome matices de dignidad: Salvador Schwartzmann, Jaime Moreno Laval, Mario Gómez López, Gabriela Tesmer. Los otros, los amigos que me enseñaron y que, por sobre todo, quiero: Andrés Braithwaite, el mejor editor de prensa escrita que haya conocido nunca; Pancho Mouat; los laberintos del pensamiento de Ajens; Pablo Azócar y el filo de su pluma; Rafael Otano y su erudición que te obliga a ubicarte donde siempre debe ubicarse un periodista, que es en la ignorancia; y Patricio Bañados, que me ha mostrado el valor de las convicciones y la decencia que debería imperar en este medio. Pero ustedes lo saben: NO impera. En cuanto al premio mismo, gracias al premio, que permite esta convocatoria. Así veo a gente que quiero. Premio gracioso y gaseoso. Tan gracioso que creí que era pitanza. Premio de fantasía y bebestible, para mí, que me ufano de haberme criado bebiendo agua de un pozo alimentado por una napa subterránea que desciende al río Bío Bío desde la cordillera de Nahuelbuta. Agua pura. Gracias, entonces, al jurado que me eligió. Gracias sinceras porque, por lo demás, no he postulado a premio alguno, lo que me indica que mi nombre les salió del corazón. O de la razón, lo que no sé si es mejor o peor, todavía. Y gracias a la empresa que da el premio. Premiar periodistas es labor samaritana. Mejor que el Hogar de Cristo o la Teletón, en la medida en que no se convoque, paradójicamente, a la prensa. Sugiero a la embotelladora que también se incluya, en galardones paralelos, a zapateros remendones, desmontadores de neumáticos en vulcanizaciones, panaderos, imprenteros, empastadores de libros, ebanistas y expertos en injertos de árboles frutales, para que se consolide la idea de que lo que se premia es el ejercicio de un oficio, el día a día de las letras, y no la ruma de certificados, con sus timbres y estampillas, ni la galería de cargos, ni, menos todavía, la trenza de contactos, pitutos, militancias, genuflexiones (para no usar imágenes obscenas) favores y deudas. Así debiera ser. En suma, muchas gracias. Gracias por mí, pero también gracias por La Radio. Este premio es, en gran parte, mayoritaria parte -seamos sinceros-, un premio a Radio Bío Bío. Un premio a un proyecto que nació en 1958, en Lota, con radio El Carbón. Un proyecto que mi padre no sólo ideó, parió, construyó, afianzó y encauzó, sino que es un proyecto que sigue siendo fiel –y esperamos no tropezar nunca en ello– a lo que mi padre quiso. Eso es lo que más se merece un premio: la idea de un medio de comunicación al servicio de la gente, sin cálculos, sin ideas de trampolín para lanzarse a otra piscina. Señoras y señoras, muchas gracias. 2.- Reflexiones sobre el oficio: Lo primero es que trataré de evitar, probablemente, sin éxito, el peligro de todo discurso, que es terminar pontificando. Imagínense: yo de pontífice. Pondría mis condiciones eso sí: fin al celibato y, por supuesto, me negaría a usar esas polleras que usan los pontífices. Báculo sí usaría: más de alguno con que me cruzo merece un garrotazo, y los báculos papales y obispales, a veces pesados con tanto oro, deben ser buenísimos para tal efecto. Bien, no nos desviemos, aunque el tema provoque curiosidad malsana. Entonces: evitar pontificar. Porque el periodismo debiera estar lo más lejos posible de los pontífices: los de las religiones, la política, los negocios, la banca, el capital, la revolución, la involución, las dietas, las verdades reveladas, las ideologías, la numerología y tantos etcéteras. O sea, lejos de las certezas. El periodismo sólo se sostiene en su falta de certidumbres, en la duda permanente, en el escepticismo, en la incredulidad. Vivir poniendo en duda todo puede, es cierto, generar angustia. Pero si no se busca el poder, la certeza mayor que te da el poder y, por consiguiente, la posibilidad del abuso –porque eso es el poder: la posibilidad de abusar–; si no se busca esa certeza, se puede vivir de lo más bien. ¿Cómo vivir en el ejercicio de la duda? Aventuro una respuesta: haciéndolo desde la sensibilidad. Sensibilidad para entender al otro. Hacer el ejercicio de despojarse de lo propio –las ideas, los odios, las fijaciones– para intentar reconocer, conocer, entender lo ajeno. Hay, al menos, dos periodismos. Voy a dejar fuera a esa manga de serviles que, por opción (libero de culpa a los que no tuvieron alternativa), fueron útiles plumíferos de la dictadura. Siempre he sostenido que en dictadura, hacer periodismo es hacer oposición. Si yo pretendiera hacer periodismo en China, hoy, sería agente opositor (y qué bueno que el Premio Nobel de la Paz se haya otorgado a un disidente chino). Bueno, dejando de lado esto, repito que hay, al menos, dos periodismos: Uno, el que le habla a la gente, porque piensa en la gente y siente que está al servicio de ella. Otro, el periodismo que le habla a los poderes, porque vive en ese rincón restringido y cálido –pero nunca gratis– que los poderes guardan a ese periodismo. Es un rincón un poco humillante, como esas casuchas para los perros guardianes, que te guarece de la lluvia pero que incuba pulgas y garrapatas, pero allí nunca falta el tacho con comida. Sabe mal, pero alimenta. Y, en general, engorda. Lo que entiendo por periodismo es lo primero: el periodismo es un ejercicio de antipoder. Repartir, difundir, democratizar la información que, si es tenida en reserva por unos pocos, constituye poder. ¿No les suena acaso la figura de “uso de información privilegiada”? Mi convicción, entonces: lejos de los poderes, que el poder corrompe. Y a más poder o más dinero, más corrupción. De lo mucho que le debo a mis lecturas –en rigor no he hecho más que repetir cosas que he considerado inteligentes y por otros dichas–, le debo a Albert Camus la mejor definición de patriotismo. Si la bandada de sujetos vociferantes que se dicen patriotas se aproximara a esa definición, algo de eso que se sueña como humanismo sería factible. Escribió Camus, a propósito de la resistencia francesa a la ocupación nazi: “Fue asombroso que muchos hombres que entraron en la resistencia no fueran patriotas de profesión. Pero el patriotismo, en primer lugar, no es una profesión. Es una manera de amar a la patria que consiste en no quererla injusta y en decírselo”. Uno podría cambiar el término patria por humanidad y patriotismo por humanismo. Y uno podría considerar que ese ejercicio de humanismo es el buen periodismo. Para no subirse por el chorro, una advertencia: muchos periodistas estaban o están convencidos que el periodismo es la palanca o instrumento para generar un cambio social. Nica. O sea, no. Quienes piensan así exhiben, quizás sin darse cuenta, una arrogancia y un mesianismo temible. Allí no hay duda, ni cuestionamiento. Los cambios los hacen los pueblos, no el periodismo. Tratemos –termino igual como empecé–, tratemos de no pontificar. 3.- Piloto para un espacio radial en el trasnoche. ¡Invito a que me acompañe (en saxo) Nano González! ¿Por qué te premian? ¿Porque ya eres suficientemente viejo? ¿Por qué ya lo que dices son puras boludeces y tus dichos perdieron filo, agudeza, desparpajo, y te repites como un viejo gagá que no dice nada nuevo ni nada que escandalice? ¿Por eso te premian, porque la lengua te la comieron los ratones? O, mejor dicho, ¿porque tu lengua se pudrió, de desprendió, añeja, agria, inútil? Sobrevuelas un pedazo de tierra, hermoso por lo demás (bueno, hermoso en lo que va quedando de hermoso, porque lo otro ya lo arrasaron) y te dicen: mira, esa es tu Patria. ¿Qué es eso? ¿Una Patria, La Patria, tu Patria? ¿Para despedazarla y repartirla? ¿Para prohibirla, censurarla, amordazarla? Será mejor, entonces, no tener Patria, y ahorrarnos uniformes, paradas militares, desfiles, aniversarios, profesionales ociosos de la guerra. No, no, no; mejor así: que los militares sigan siendo ociosos y que no ejerzan su trabajo. Digo: no a la guerra. Y agrego: mar para Bolivia, y con soberanía. En cada uno de nosotros habita ese lobo que ve a los otros como ovejas, y quiere devorárselas. Pero no nos engañemos, los lobos son los lobos de siempre. Se les reconoce por el hedor que van dejando sus meados. No trates de domesticar al lobo. Sácale lustre, aliméntalo con carne cruda y no lo retengas cuando llegue la hora de las dentelladas. ¿Se acuerdan de ese coro, auténtico, maravilloso, porque ponía en duda el orden que es, como todo orden, en el fondo, una prisión? El coro decía: ¡va a quedar la cagada, va a quedar la cagada, va a quedar la cagada…! Nosotros, asesinos. Esa cualidad última es la que se promueve. No veas al otro como un socio, olvídate del concepto de prójimo (salvo cuando vayas a ese teatro vacío que se llama iglesia). Gánate un espacio, desplazando a otro. Es una lógica asesina. Bienvenidos al carrusel de los depredadores. Nuestro futuro está escrito: feliz regreso al canibalismo. ¿Dónde están los que no están? Bueno, yo lo sé, porque así lo siento: en ningún lado, por algo no están. Chau, listo, se acabó… Pero están. En nuestros recuerdos, en la memoria. Me gustaría que estuviera aquí Galo Gómez. Galo Gómez hijo. Romántico y pendenciero, pero tan buen tipo que sus peleas eran pura bondad. Galito, ¿te mataste o te mataron? No, parece que fue la borrachera y el exceso de velocidad. Te mataste, entonces. Te echo de menos. Luciérnagas en la noche. Bajo los boldos, vuelan encantadas las luciérnagas de mi niñez y juventud. No las vi por años, casi décadas, hasta que una noche reaparecieron. Allí, en la orilla del Bío Bío. ¡Luciérnagas en la noche de nuevo! Como un mensaje que dijera: no todo está perdido, no todo es derrumbe. La sobrevivencia de las luciérnagas como metáfora de la supervivencia de lo hermoso, de los sueños, de que sigan existiendo luciérnagas para los futuros niños. Y sí… Quisiera volver a ser un niño. Vivir, aunque sin saber, que todas las posibilidades del mundo están abiertas y disponibles para mí. Eso es la niñez: la infinitud de rumbos, la ausencia, por el momento, de condicionamientos, directrices, guías. El primer día de colegio es el primer navajazo a esa infinitud. Quisiera volver a ser un niño, antes del colegio. Niño, niño. Puro horizonte, posibilidades infinitas. Quisiera ser niño. ¡Y sin premio! Muchas gracias. ***

lunes, 15 de febrero de 2010

EL CARTEL CHILENO

INTERIOR: Rodrigo Hinzpeter. Independiente. CANCILLERÍA: Alfredo Moreno. Independiente. HACIENDA: Felipe Larraín . Independiente. VOCERÍA: SegpresCristian Larroulet. Independiente. pro Udi. VOCERÍA: Ena von Baer Ind. Independiente ECONOMÍA: Juan Andres Fontaine. Independiente. MIDEPLAN Felipem Kast. Independiente. EDUCACIÓN Joaquín Lavín. UDI. JUSTICIA Felipèm Bulnes RN. TRABAJO Camila Merino Independiente. OBRAS PÚBLICAS Hernán de Solminihac. Independiente. SALUD Jaime Mañalic. Independiente. VIVIENDA Magdalena Matte. Independiente. AGRICULTURA José A. Galileza. RN. MINERÍA Lawrence Golborne Independiente. ENERGÍA Ricardo Raineri Independiente . TRANSPORTE Felipe Morandé Independiente. MEDIO AMBIENTE María Ignacia Benitez Independiente. CULTURA Luciano Cruz Coke DEFESA Jaime Ravinet, según èl renuncio a la D.C. , segun el presidente del partido Juan Carlos Latorre dijo "su decisión fue vergonzosa. No conocemos su renuncia, así que opera su marginación automática" Hay mucha polémica por por todo esto. Es cuanto te puedo informar .

PIÑERA EL NUEVO DIRECTOR DE CHILE S.A. FORMA SU "CARTEL".

jueves, 4 de febrero de 2010

EL CIERRE DEL CICLO POLÍTICO EN CHILE: La Transición

Entrevista con Marcos Roitman Chile: “Se acabó la transición” Osvaldo León AMLATINA, 02/02/2010.- El próximo 11 de marzo, la presidenta Michelle Bachelet entregará el bastón de mando al multimillonario Sebastián Piñera. Más allá del protocolo, el acto marcará el cierre del > ciclo político de la transición liderada por la Concertación a lo largo > de diecinueve años. “Así acaba un período en el cual nadie se siente > defraudado”, sostiene Marcos Roitman, sociólogo chileno y actualmente > profesor de la Universidad Complutense de Madrid, en un análisis crítico > que desarrolló en diálogo con ALAI, cuyos términos presentamos a > continuación. > > - ¿Cuál es tu lectura del triunfo presidencial de Sebastián Piñera y las > implicaciones en la futura dinámica política chilena? > > En primer lugar, con el triunfo de Sebastián Piñera se cierra la > transición. Los acuerdos generados entre la derecha, las fuerzas > armadas y los miembros del comando por el No, emergente en 1988, > culminan con éxito. Así acaba un período en el cual nadie se siente > defraudado. Lo acontecido refuerza la constitución política instaurada > por el dictador y da alas a la derecha natural para no derogarla en sus > artículos más represivos. En segundo lugar, el discurso oficial es > triunfalista. Consiste en remarcar la excelencia de la democracia > chilena. Es parte del juego y de la tan manida alternancia. En tercer > lugar se da una explicación sobre falsos fundamentos. Se presenta a los > partidos de gobierno como la izquierda real derrotada por la derecha > natural. Pero se olvida que en los partidos de la Concertación viven > golpistas, exiliados y sujetos que colaboraron con el orden represivo de > la tiranía. La democracia cristiana, sin ir más lejos. Los hoy > perdedores han jugado un sucio papel, lavarles las manos a los > torturadores, dejar libre a los responsables políticos del golpe militar > y administrar el orden neoliberal. En esta lógica, no se puede hablar > de una derrota de la izquierda. Sus representantes éticos, políticos y > sociales fueron marginados conscientemente con el fin de evitar una > transición democrática. Me refiero a los movimientos populares, al > Partido Comunista, a los restos del MIR, la Izquierda Cristiana e > independientes, a los cuales hay que sumar los miles de desencantados > provenientes de la concertación en sus primeros años. Aquellos que > abandonaron la coalición de gobierno por falta de compromiso social y > económico con las clases trabajadoras, el pueblo mapuche y los sectores > mas desprotegidos afectados por las reformas neoliberales. > > En estos diecinueve años de gobierno, la deserción se fue generalizando > en la coalición de gobierno. Aunque algunos no lo hicieron precisamente > por la izquierda. El triunfo de Piñera supone la consolidación del > golpe militar bajo el paraguas de una constitución espuria y una fórmula > electoral poco transparente. Más de cuatro millones de chilenos no se > encuentran inscritos en los registros para votar. Y no olvidemos que > tanto el nuevo presidente como su hermano, José Piñera, Ministro de > Trabajo con Pinochet y Frei hijo, pertenecen a la generación de quienes > conspiraron para derrocar al gobierno del presidente Salvador Allende. > > Por otro lado, pienso que puede haber una recomposición política entre > los partidos de la izquierda real y aquella que se define como tal > inmersa en la Concertación. Sin embargo para que suceda debe haber una > ruptura interna. La democracia cristiana no tiene cabida en un proyecto > de estas dimensiones. Su espacio natural está cubierto por Renovación > Nacional en la derecha. Seguramente, este resultado es el fin de la > Concertación tal y como se la conoce. En esta dinámica, tras un mea > culpa es posible que el Partido Socialista también se fracture o tome > otro rumbo. Recordemos que el actual se refundó para gobernar y buscar > el contrapeso a la Democracia Cristiana. En él cohabitan sectores del > MAPU, Izquierda Cristiana, Movimiento de Izquierda Revolucionaria, > Partido Radical, Partido Comunista, independientes y algunos militantes > del Partido por la Democracia. Además, la candidatura de Enríquez > Ominami con el 20% de votos, abre la posibilidad a la emergencia de una > nueva fuerza política. Ello, claro está, si logra transformar los votos > en organización militante. Un partido cuyo programa sería reivindicar > aquello que la Concertación no hizo y que debería de haber hecho. Creo > que no tendría un largo recorrido, aunque a corto plazo una parte de la > juventud y sectores medios le darían su apoyo. > > Asimismo, la derecha tiene que deshacerse de su pasado pinochetista, > cuestión harto difícil sino imposible. Aún la memoria y la conciencia > histórica siguen pesando en la formación del imaginario social chileno. > Pero la democracia cristiana puede ayudar a deshacerse de tales > lastres. Si la derecha confió en la Concertación para administrar su > proyecto se debió en gran parte a la presencia de la democracia > cristiana. Tras las elecciones, la derecha pinochetista y no > pinochetista retoma el gobierno formal, pero no olvidemos que el poder > real nunca le fue esquilmado. > > - Se entiende que la mayoría de los cuatro millones que no participaron > en el proceso electoral es joven. ¿Se podría hablar de una fractura > generacional? > > Si bien es cierto que la candidatura de Marco Enríquez Ominami Gumucio > contaba con un apoyo más numeroso entre la población joven inscrita para > votar, no podemos señalar que ese voto fuera un voto de compromiso con > el candidato. Este no tenía un programa ni un proyecto alternativo de > sociedad. Distintos elementos pueden haber condicionado tal > aproximación. La propia juventud del candidato, la forma de hablar, ser > hijo de Miguel Enríquez, un histórico dirigente de la izquierda chilena > asesinado por la dictadura y porqué no decirlo sus películas y cortos > criticando la acción de los viejos dirigentes de la izquierda chilena. > Aunque esto último es mas bien secundario. Debemos además, ser > concientes del tipo de campaña propio del marketing político. Su imagen > era mucho más atractiva para los jóvenes que para una población cuya > edad superase los cincuenta años. Pero no podemos decir que fuese un > candidato antisistema. Su discurso está dentro del orden y como tal > participa de esta lógica. Puede expresar ese cabreo latente por la > política represiva contra el pueblo mapuche, los estudiantes > secundarios, la corrupción, el aumento de la desigualdad, la pobreza > extrema y la perdida de ideales. Sí su discurso fuese parte de un > proyecto alternativo, hubiese calado en aquellos sectores entre 18 y 30 > años, hijos de la concertación que no se inscriben para votar y que > forman una no despreciable cifra de mas de un millón y medio de personas. > > De modo que no veo una fractura generacional. Pero sí un desgaste en la > forma de hacer política, en el sistema electoral y sobre todo en un > proceso de despolitización. Proceso iniciado en los años siguientes a > la dictadura y continuado y profundizado por los partidos de la > Concertación. Tampoco creo que Marco Enríquez Ominami Gumucio, tenga un > proyecto socialdemócrata enquistado en un capitalismo keynesiano de > pleno empleo y distribución de la renta. Seguramente su máxima > aspiración, que no es poca cosa en el Chile actual, sería tal vez poner > fin a la impunidad y cuestionar la ley de amnistía. Aunque no metería > mano a la falta de libertad de prensa, el reconocimiento de los derechos > de los pueblos originarios, el control sobre las aguas, hoy en manos de > las transnacionales y los megaproyectos para la construcción de > represas, autopistas, etc. En fin, no creo que ese 20% que votó por él > en la primera vuelta, lo hiciera convencido de un proyecto alternativo, > fue más bien un voto de castigo a Frei. Por ello la democratización del > país deberá esperar al menos un lustro. > > - Cuando hablas de despolitización, ¿cuál es el sentido y alcance de > este fenómeno? > > Hablo de la pérdida de la ciudadanía plena y la centralidad de la > política a la hora de tomar las decisiones. La sustitución de la > res-publica por el mercado, un espacio competitivo, altamente > monopolizado, excluyente y sin posibilidad de crear ciudadanía, auspicia > la guerra de todos contra todos. El mercado crea consumidores, la > política ciudadanos con derechos y obligaciones en el proceso de toma de > decisiones. En Chile se destruyó esa ciudadanía. Eso fue lo mas > revolucionario del golpe militar. En su lugar emergió, aquello que > Aristóteles denominó con justa razón, el idiota social. Una persona que > renuncia a su participación en la esfera pública en aras de un > individualismo extremo. Sálvese quien pueda pero yo el primero. > Podríamos decir que la política pierde los valores éticos y las virtudes > democráticas del ejercicio del poder. En su lugar emerge la política > como gestión del Estado. Así, las decisiones se pactan fuera del > parlamento. El voto se hace obligatorio en las bancadas. La conciencia > se aparca con tal de no caerse de las listas de candidatos. La política > se convierte en profesión, en peor sentido weberiano. Son funcionarios, > empleados de la razón de estado. Burócratas bien disciplinados. Los > acuerdos se alcanzan a espaldas de los propios diputados. No hay > transparencia ni horizontalidad. En términos actuales, ni > empoderamiento ni transversalidad. Aunque para contestar a la segunda > parte de la pregunta, este fenómeno se puede generalizar en la mayoría > de los países latinoamericanos y del mundo occidental en el cual se > pusieron en práctica las políticas neoliberales. Las reformas del > Estado, con sus procesos de desregulación, privatización, > descentralización y cambio en la gestión pública tenían dicho fin. Se > trataba de cambiar las relaciones entre la economía y el sujeto social. > La primera se transformó en una teología fundante del orden social y el > ciudadano se difuminó hasta su desaparición política. En contrapartida > tenemos un sistema donde el social-conformismo emerge para facilitar el > ejercicio de un poder totalitario, en el cual se renuncia a la > conciencia y la voluntad en pro de una sumisión que garantice el éxito > individual. Chile fue el primer laboratorio y desde luego no podemos > decir que haya fracasado el experimento. > > La entrega del poder formal por parte de los militares y el triunfo de > la Concertación fueron la prueba de fuego de este proyecto. La > Concertación administró el proyecto, y llevó a cabo las últimas reformas > que Pinochet no había realizado. Por eso digo, volviendo a la primera > respuesta, que se acabó la transición. El reproche al modelo impuesto > por Pinochet y la derecha tenia su razón en haber tenido su origen en un > golpe de estado. El regreso de las fuerzas armadas a sus cuarteles abría > una interrogante: ¿es posible administrar el proyecto por quienes fueron > sus detractores? Bien, la Concertación demostró su maleabilidad y su > falta de ética. No tuvo problemas en administrarlo. Sólo tuvo que > desprenderse de los valores democráticos que habían sido su bandera de > lucha durante la dictadura. Y debo decir que no tuvieron empacho en > hacerlo. > > Ver texto completo en: http://alainet.org/active/35932 !

miércoles, 3 de febrero de 2010

CHIQUILLAS A DESEMPOLVAR RECUERDOS

Chiquillas amigas y ex-liceanas Hola ya estamos en el año 2010, espero que haya comenzado bien y que los cambios que se hayan producidos nos ayuden a emprender nuevos trabajos y tareas en la sencilla y compleja realidad de existir. Seguimos con Aminie dando vueltas con el libro y a este le sumaremos el de las memorias a través de los artículos del blogs. Por eso les pido que si tienen algo escrito sobre anécdotas, nos los envíen para sumarlo A no olvidar se abrió la Valech, nuevamente. Un abrazo a todas. Rosa

APERTURA DE LAS COMISIONES DE DDHH

Estimadas Compañeras(os): A partir del 19 de Enero comienzan las entregas de la ficha Valech, para los que no lo han echo. Las comisiones de DDHH en regiones , las gobernaciones, son las encargadas de recepcionarlas, no lo olviden esto tiene un plazo. Saludos Nilda

viernes, 29 de enero de 2010

LOS HEREDEROS DEL MAL

LA JUVENTUD QUE CELEBRA EL TRIUNFO DE PIÑERA NO CONOCE OTRA COSA QUE INSULTOS E IMPROPERIOS. LA FORMA EN QUE SE COMPORTA ESTÁ A LA ALTURA DE LO QUE ELLOS SON. NO HAY QUE SORPRENDERSE YA QUE SU CUNA SE LLAMA "VIOLACIÓN ALOS DERECHOS HUMANOS" Y SU PADRE ESPIRITUAL "DICTADOR" Y SUS CONGÉNERES "TORTURADORES" QUE MÁS PODRÍAMOS ESPERAR?. Y QUE NO LO INVENTO ESTE VIDEO HABLA POR SI SOLO.

sábado, 23 de enero de 2010

sábado, 16 de enero de 2010

NO VOTARÉ NI NULO NI BLANCO

Gabriela Salazar, ex presa de Villa Grimaldi, Cuatro Alamos, Tres Alamos y Pirque, hoy integrante de un grupo de salud ha autorizado para difundir este mensaje que ha escrito en el contexto actual y cuyo contenido comparto. No votaré ni nulo ni blanco,porque no olvido sus caras y su brutalidad,cuando tal jauría de perros rabiosos, golpeban torturaban deshacíana un hombre o una mujer,vendados, maniatados, desnudos, con frío, con fiebre, con sed,con dolor, sangrantes, temblando. No puedo votar nulo o blanco,porque recuerdo los gritos atroces de mis compañeros y mis compañeras, que fueron asesinados lentamente en la tortura brutal calculadano puedo votar nulo o blanco,pues llevo comigo,sus sueños y convicciones.No puedo votar nulo o blanco,porque recuerdo las voces de cinco prisioneros retenidossecuestrados en VIlla Grimaldi.Divisé apenas sus caras vendadas,arriesgando golpes si entraban los guardias.Los vi, varios días, por un agujero en la puerta de mi celda,los escuché largos días, meses,escuché su silencio conozco sus colores, soy parte de su voluntadde su lucha y su viday aún, me desgarra, me duele tanto saberlos desaparecidos.Comprenderánque no puedo votar nulo ni blancoaunque me harta la prepotencialas mentiras, los robos,la complacencia del poderla repartija de puestos y bienes,en familias completas el olvido de las promesas,el miedo a cambiar la injusticiabajo el pretexto de que no se puede, en esta alianza virtual con la derecha para cambiarlo todo, sin cambiar nada.Sólo, por mis compañeros y compañeras,desaparecidos y asesinadas,por los que perdieron sus vida después, debido al daño permanente,que deja la atrocidad de la torturapor tantas vidas deshechas por los sueños perdidos,por la memoria desarmada,por todos ellos y ellas,no puedo votar nulo o blanco. Gabriela

domingo, 10 de enero de 2010

ELEGIR O EVITAR...DE QUÉ SE TRATA?

Dos días antes de volver al país en donde he "echado" raices, caminé por las calles como una necesidad imperiosa de dejar mis pasos sobre la tierra que me vío nacer y que me lanzó como que hubiera sido un ser extraño de su seno al otro hemisferio sin que antes hubiera conocido vivir en este país( como un ente productivo) que es el mío también...eso, pues sólo recien comenzaba a vislumbrar lo que sería la vida adulta una vez terminado el Liceo. Es cierto Valparaíso ha cambiado, pero ¿qué no cambia? , las calles repletas de gente y la plaza Victoria sigue ahí. Me encuentro con una camioneta con ”lolos”, vestidos con poleras y Globos de colores, que dicen Piñera y Bociferando por el cambio acompañados por una música estridente, y con 5000 mil pesos en los bolsillos. M e pregunto ¿sabrían ellos que hace muchos años atrás jóvenes como ellos, quiero decir de la misma edad también iban en camionetas, vendados maniatados y llevados con destino desconocido a alguna parte?, y que muchos de ellos nunca más volvieron a sentarse en la Plza. de la Victoria. Muchas son las interrogantes que me invaden, pero qué más da · Lo que me preocupa: ¿Quién Gobernará, la Derecha Pinochetista o la Concertación ?. ¿Tendría peso los avances del punto de vista social que logró Bachelet o todas las veces que descepcionó?. Se dejaría pasar la forma de hacer politiquería de la Concertación para impedir simplemente?. Que aunque según se dice, todo es igual quien esté, yo me digo para mí no lo es si hay amnistía para los que asesinaron y torturaron y que por último tan sólo este argumento debería pesar más que todas las diferencias ¡ para evitar ! que la derecha gobierne en nuestro país, ¡ claro! se podría decir: ellos también tienen derecho a presentarse y a ser elegidos, después de todo ¿para qué entonces las campañas, las elecciones y las tomadas de manos entre los contrincantes políticos y todo este circo?. ¿ Es que Frei es el problema para dejar que el representante del Dictador sanguinario y ladrón desde el más allá continue recibiendo los intereses de su inversión a largo plazo?. Despuès de todo me digo: está la constitución que ni me pregunten…aun no entiendo porqué aquélla es como la aceituna en la empanada, ¡ infaltable! . Entonces llego a la conclusión, Frei no es el problema, quien sea con tal que no sea el representante de la Derecha que valora y apoya a quienes dieron el Golpe de estado y proporcionara los medios para asesinar y hacer desaparecer a nuestros compañeros. · · Nunca he votado en Chile, primero porque era menor de edad cuando vivía aquí y ahora porque estoy en el extranjero pero si así fuera daría mi voto ¡para evitar!... ¿y Uds.? APORTE DE SARA LÓPEZ Chile Votar hasta que duela Manuel Cabieses Donoso “Los ricos están más ricos que nunca, así que no sé cuánto más se van a enriquecer con Piñera”. (Escritora Isabel Allende, 17 de diciembre 2009). En ningún otro momento del último medio siglo la derecha estuvo tan cerca -como ahora- de apoderarse del gobierno mediante el voto ciudadano. Las elecciones del 13 de diciembre dieron al empresario Sebastián Piñera una ventaja de 14 puntos sobre el senador y ex presidente Eduardo Frei: 44,05% contra 29,60%. Sin embargo, a medida que se acerca la segunda vuelta del 17 de enero, el panorama comienza a cambiar. Bajo la superficie triunfalista de las encuestas y de los medios de comunicación, asoman de nuevo -en ayuda de la Concertación- las maltratadas reservas de voluntad democrática para enfrentar al poder oligárquico. Se trata de la última línea de defensa de una coalición de gobierno extenuada por sus inconsecuencias, sus querellas internas y la corrupción de muchos de sus funcionarios y representantes. Sin embargo, a falta de una alternativa popular y democrática, transformadora de la sociedad, que aún no logra emerger, la Concertación de Partidos por la Democracia representa el “mal menor” capaz de contener la voracidad de una oligarquía arrogante e inescrupulosa. Don Dinero pretende administrar el poder total en Chile, enmascarando su dictadura con el voto obtenido a través de la manipulación de las conciencias, tal como soñó el pinochetismo con su Constitución de 1980, todavía vigente. Un poco de historia La tentación del gran empresariado por administrar la suma del poder político, social y económico tiene ya su historia, en el Chile moderno. El primer intento -casi exitoso- lo hizo en 1938 el millonario especulador de la Bolsa y ex ministro de Hacienda, Gustavo Ross Santa María. Pero fue derrotado en forma estrecha por el abogado y profesor radical Pedro Aguirre Cerda, candidato del Frente Popular (radicales, socialistas y comunistas) que alcanzó el 50,26% contra 49,33% de Ross. En 1952, otro empresario -fundador de una de las principales fortunas del país-, Arturo Matte Larraín, trató también de imponer su riqueza para ser elegido presidente de la República. No tuvo éxito, pero consiguió 27,81% de los votos. Fue derrotado en forma contundente por un ex dictador (1927-31), el general (r) Carlos Ibáñez del Campo (46,8%), que también superó al radical Pedro Enrique Alfonso (19,95%) y al socialista Salvador Allende Gossens (5,44%), que hacía su primer intento de llegar a La Moneda. En 1958, un empresario -con más pergaminos que Piñera- ganó la Presidencia de la República. Jorge Alessandri Rodríguez, presidente de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC) y de la poderosa Confederación de la Producción y el Comercio, independiente afín al Partido Liberal, hijo del ex presidente Arturo Alessandri Palma (1920-25 y 1932-38), obtuvo 31,2% de los votos. Superó en forma estrecha al socialista Salvador Allende (28,91%), al democratacristiano Eduardo Frei Montalva (20,75%), al radical Luis Bossay Leiva (15,43%) y al diputado independiente Antonio Zamorano Herrera, ex cura de Catapilco (3,36%). En el Congreso Pleno el Partido Radical -el partido de la Masonería- votó por Alessandri, dándole la espalda al hermano Salvador Allende, ex ministro de Aguirre Cerda. El gobierno de los gerentes La receta de Jorge Alessandri fue trasladar al gobierno los métodos de administración de la empresa privada para “gerenciar” la crisis que vivía el país. Por eso su administración fue conocida como el “gobierno de los gerentes”. Desde luego, la gran empresa -nacional y extranjera- fue beneficiada con las medidas de ese gobierno. Aunque representante de la oligarquía, Alessandri practicaba una forma de vida sobria y mesurada, bien distinta de la ostentosa conducta del actual candidato de la oligarquía. Alessandri vivía en un departamento de la calle Phillips, frente a la Plaza de Armas, y caminaba diariamente hasta La Moneda. Los fines de semana los pasaba en una parcela cerca de Santiago a la que viajaba en su automóvil particular. Aún no llegaba al país el huracán financiero del neoliberalismo que más tarde traería la dictadura militar-empresarial, agudizando la desigualdad y provocando la transnacionalización de la economía. En el período post dictadura, otro empresario, Francisco Javier Errázuriz, intentaría comprar el sillón de O’Higgins. En 1989 obtuvo poco más de un millón de votos (15,43%), pero fue superado por el heredero de la dictadura, el ex ministro de Hacienda Hernán Büchi (29,40%), y por el democratacristiano Patricio Aylwin Azócar (55,17%), cuya presidencia inició la ronda de gobiernos de la Concertación que se prolonga hasta hoy. La Concertación en cifras El sucesor de Aylwin, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, no tuvo problemas. Fue elegido en 1993 con mayoría absoluta: 57,98% (4 millones 40 mil 497 votos). Pero de nuevo un empresario y candidato de la UDI trató de ganar la Presidencia: Arturo Alessandri Besa (24,41%), sobrino de Jorge Alessandri, ex cónsul de la dictadura en Singapur. Entretanto, José Piñera Echenique, hermano de Sebastián, ex ministro de la dictadura, alcanzó el 6,18%. Este Piñera fue el creador de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que entregaron al capital privado nacional y extranjero los fondos previsionales de los trabajadores chilenos. Parte considerable de esos recursos, unos 50 mil millones de dólares, los han invertido las AFP en el exterior, sobre todo en Estados Unidos. Además, como ministro de Minería, José Piñera promovió la Ley Minera que abrió las puertas a una inversión extranjera que casi no tributa en el país. Solamente en el año 2006 las compañías extranjeras del cobre ganaron 20 mil millones de dólares. Esas utilidades son colosales si se considera que superan las inversiones brutas en la minería de Chile en los 30 años anteriores. El caso más escandaloso son las ganancias de la minera La Escondida, una empresa australiana. Finalmente, como ministro del Trabajo de la dictadura, José Piñera fue autor del Plan Laboral, un conjunto de normas que hicieron polvo los derechos y conquistas de los trabajadores chilenos, desarticulando la organización sindical. Pero la situación de la Concertación se hizo difícil a partir de Frei. Su sucesor, Ricardo Lagos Escobar, ex radical, militante part time del Partido por la Democracia (PPD) y del Partido Socialista, no alcanzó la mayoría absoluta en 1999. Llegó sólo al 47,96% (3.383.339 votos). Pisándole los talones estuvo el candidato de la UDI, Joaquín Lavín (47,51% y 3.352.199 votos). La candidata comunista Gladys Marín logró 3,19% y el humanista Tomás Hirsch 0,51%. Aunque la dirección del PC llamó a anular o votar en blanco en la primera experiencia de balotaje, gran parte de su votación apoyó a Lagos, que ganó por nariz (51,31%) a Lavín (48,69%). Las dificultades concertacionistas se repitieron el 2005, enfrentando a una derecha dividida. La socialista Michelle Bachelet obtuvo 45,96% contra 25,41% de Sebastián Piñera (Renovación Nacional) y 23,23% de Joaquín Lavín (Unión Demócrata Independiente, UDI). La suma de los candidato de la derecha superaba a Bachelet (48,64% contra 45.96%). Pero esta vez el Partido Comunista, que había apoyado al humanista Tomás Hirsch (5,40%), llamó a votar por Bachelet. El PC le presentó algunas “condiciones”, entre ellas la reforma de la Constitución y el cambio del sistema binominal, temas de la legislación laboral y de protección del medioambiente, aceptadas de inmediato por la candidata y su comando. De esa forma -aunque Hirsch llamó a votar nulo- Michelle Bachelet pudo derrotar a Piñera por 53,50% contra 46,50%. Así llegamos a la sombría situación que hoy encara la Concertación. Sin dudas el peor resultado de uno de sus candidatos presidenciales es el 29,60% que el 13 de diciembre obtuvo Eduardo Frei. Deberá definir en segunda vuelta con un Piñera que se presenta con el 44,05%. Sin embargo, surgen dudas si ese porcentaje es el máximo que puede alcanzar el candidato de la derecha, o si tiene posibilidades de crecer succionando la votación de Enríquez-Ominami, de la cual nunca estuvo muy distante. Los propios analistas de la derecha, luego de la euforia inicial, han advertido que la fortaleza de Piñera puede ser una ilusión óptica. En efecto, su 44,05% es inferior al porcentaje alcanzado por la derecha en 1989, 1999 y 2005. Asimismo, parte considerable de la votación de Marco Enríquez-Ominami (20,13%), proviene de la Concertación y de sectores de Izquierda que votarían por Frei ante el peligro de una victoria de la derecha. El desplazamiento de votos hacia el candidato de la Concertación ya comenzó con el Juntos Podemos (Partido Comunista, Izquierda Cristiana y Socialistas Allendistas) que el 20 de diciembre oficializó su apoyo a Frei. El candidato presidencial del JP, el socialista Jorge Arrate, aumentó en 60 mil los votos del sector y obtuvo 6,21% (430.824 votos) que reforzarán a Frei. La erosión ideológica de Chile No obstante, se mantiene en pie la amenaza de que la derecha gane el 17 de enero. No sólo por la contundencia de su propaganda que incluye los medios de comunicación más influyentes del país. Ellos se encargan de mantener viva la imagen de triunfo irreversible de Piñera. Asimismo, es un hecho que hay una percepción de agotamiento de la Concertación y un deseo de cambio que no se expresa con coherencia programática. Por ahora se orienta a reclamar “caras nuevas”, una demanda poco consistente que ningún sector político atiende hasta hoy. Sin embargo, Piñera y la derecha “enchulada” la han capitalizado y reclaman por el “cambio”, sobre todo después del eclipse de Enríquez-Ominami. En rigor, una eventual victoria de Piñera sería producto de un largo proceso de erosión ideológica y política, que ha preparado el terreno -después de la terrible experiencia de la dictadura- para que el país asimile un gobierno de derecha. La responsabilidad de ese proceso, destinado a borrar la voluntad democrática del pueblo, se debe al efecto en la conciencia y la cultura chilena de la economía de mercado que implantó la dictadura y que ha perfeccionado la Concertación. Esta suicida política económica y cultural, ha destrozado los cimientos humanistas y solidarios de partidos como el Socialista y el Demócrata Cristiano. A eso hay que añadir la acción desplegada por la propia derecha, orientada a hacer creer que ya no existen ideologías ni tendencias políticas y que hay un solo sistema económico, social y cultural posible: el sistema capitalista. Esa línea estratégica de la propaganda de la derecha, cultivada por sus medios de comunicación, por sus centros de investigación y universidades, fue asimilada por la Concertación, que la hizo suya. Lo mismo sucedió con el movimiento “díscolo” de Enríquez.Ominami que creyó en el espejismo de un pacto social que superaría las contradicciones de clase y las diferencias ideológicas, dormidas pero más profundas que nunca. Lo de Enríquez-Ominami fue un pastiche en que ricos y pobres, explotadores y explotados, conservadores, liberales y socialistas, cohabitaban en un mismo proyecto. A la Izquierda también cabe responsabilidad en la indigencia ideológica, política y cultural a que nos arrastraron la dictadura, la Concertación y la derecha. No sólo se ha prolongado (y agravado) el mosaico que fragmenta a las fuerzas populares. Sus sectores más sólidos no han sido capaces siquiera de dedicar esfuerzos serios a la formación política y a la propaganda anticapitalista, prioritarias en este período. Un tufillo fascistoide brota así de la operación política y mercantil que ha tratado de lavar el cerebro de los chilenos. Su instrumento principal es la UDI, cuyos 40 diputados la convierten en el principal partido de Chile. Su bancada parlamentaria refleja un audaz trabajo desplegado en la base social por la extrema derecha, heredera sin remilgos de la dictadura militar. Ejemplo de aquello es que Piñera recibió el 42,31% de los votos en las diez ciudades con mayor desempleo del país y el 51,02% en las diez comunas con mayor tasa de pobreza, entre ellas las comunas mapuches. (Estudio estadístico de El Mercurio, 15 de diciembre). Es cierto que en el plano de la economía, salvo terminar de privatizar lo que han dejado la dictadura y la Concertación, un gobierno de Piñera no se diferenciaría mucho de uno de Frei. Pero habría cambios regresivos en otros ámbitos. Por ejemplo, en derechos humanos. Dictaría una amnistía para militares ya condenados o se interrumpirían los procesos de otros criminales y torturadores. En el ámbito sindical se impondrían la flexibilización laboral y otras medidas para debilitar el movimiento de los trabajadores. La represión a la lucha social sería aún más dura. Detrás de una pretendida defensa de la “seguridad ciudadana”, se levantaría un Estado policial. Piñera se declara admirador del gobierno de Colombia y de sus métodos. Visitó Colombia en julio de 2008 y recorrió ese país en el avión presidencial, acompañando a Alvaro Uribe y al entonces ministro de Defensa, José Manuel Santos, hoy candidato presidencial. En octubre pasado, Santos envió a Chile a tres miembros de su comando, Juan Carlos Echeverry, Tomás González y Santiago Rojas, para estudiar la campaña y el estilo de Piñera. “Los problemas en Chile y Colombia no son tan distintos. A ambos países les preocupa la seguridad ciudadana y el gasto social en salud y educación”, declaró uno de los asesores de Santos. El gobierno de Uribe ha generado el más delicado problema que hoy enfrenta América Latina al firmar con EE.UU. un convenio que resigna la soberanía colombiana para permitir la instalación de siete bases militares norteamericanas. Si Piñera es elegido presidente, alineará a Chile junto a Colombia y otros países de la región que han arriado la bandera de la dignidad latinoamericana. Peligrosa tendencia que viene tomando fuerza a partir del golpe de Estado en Honduras, y que busca configurar un bloque contra Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, los países de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (Alba). La peligrosa situación interna y regional que se crearía si la derecha gana las elecciones en Chile, legitima la necesidad de cerrar el paso a esta maniobra de la oligarquía. La realidad indica que no hay otro camino que votar por Frei… Y ponerse a trabajar en una alternativa de Izquierda que permita librarse del cepo del “mal menor”.